Algunos tienen decoraciones en forma de bandas circulares y su estado de conservación es, en general, bueno, aunque hayan perdido parte de la pintura que en ocasiones tenían.
Estas decoraciones nos dicen varias cosas sobre la forma que tenían de coser y las labores que se realizaban con ellos.
Unos de los motivos utilizados en la decoración de los dedales medievales de los siglos XIII y XIV es la flor de Lis, que se puede encontrar tanto en dedales fabricados en Francia como en Inglaterra, ya que la influencia de la corte de los Plantagenet fue muy importante.
Hasta el siglo XVI los dedales se fabricaban por moldeo y las hendiduras para las agujas se realizaban a mano golpeando la pieza con un punzón y un martillo recubriendo toda la superficie, tanto de la tapa superior como de los laterales.
En algunos casos, encontramos dedales en forma de anillo, sin tapa superior, lo que sugiere que se utilizaban para trabajos de costura muy concretos en los que la aguja se empuja sólo con el lateral del dedo.
Ambos tipos de dedales se utilizaban a la vez, los abiertos para trabajos más duros y los cerrados para trabajos más delicados de costura.
En este siglo aparecen las primeras marcas de los fabricantes de dedales, como llaves, flores, dagas o estrellas al principio de la decoración de las hendiduras.
El resto de las decoraciones son muy sencillas y consisten en estrechas franjas horizontales.
No es hasta el siglo XVI, con las primeras incrustaciones y esmaltes, cuando los dedales cambian radicalmente de forma, haciéndose más largos y con menos hendiduras para las agujas.
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